La vida a veces es una fiesta que no termina nunca
Donde quiera que voy hay risas, abrazos, cariño y amor
Pero ella ya no ríe, no abraza, no participa ni comunica
Ella era, ella es mi fan número uno
Me felicitaba por cada artículo que escribía
Pero ahora ya no se halla, ya no sabe quién es,
Menos va a saber quién soy yo.
Pero igual te agradezco, gracias por leerme, gracias por incentivarme a escribir, gracias por mirarme con esos ojos de admiración, de aprobación, de cariño genuino.
No sé qué decirte ¿resiste? ¿déjate ir?
Sólo te diré gracias. Lo hiciste bien, misión cumplida, amaste, te amaron, es momento de dejarse ir, es momento de dejarse llevar, cerrar los ojos y disfrutar de esa ola alta que no sabemos dónde nos arrojará.
Gracias, te amo. Vuela libre, hermana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario