lunes, 22 de octubre de 2012

Luisa

 
María
Luisa
Güicha
Maria Luisa
 
Te fuiste
Tres años
 
Inesperado y esperado
Incomprensible y comprensible
 
¿Qué se hace con un cuerpo que se ha vuelto una carga?
¿Qué se hace cuando ya no hay ganas?
 
¿Cómo se enfrenta el nuevo día cuando el dolor y la desazón nos impiden disfrutarlo, vivirlo, gozarlo?
No hay reproches, sólo agradecimiento, sólo reconocimiento, sólo remordimientos
 
Te recuerdo no en el dolor, ni en la tristeza ni en la oscuridad; te recuerdo en la alegría, en las risas, en las continuas muestras de amor.
Te recuerdo en nuestras últimas conversaciones donde la madurez, la mesura y la serenidad te brotaban por los poros.

Me quedo con tu imagen tranquila, con esa imagen que me sugería que la verdad te había sido desvelada, que sabías algo que yo ignoraba, que entre el dolor y la desazón habitaba una luz nueva que te daba certeza.
La certeza de la luz al final del túnel.
 
Estamos tristes por nosotros porque nos haces falta. Por ti estamos felices.
Descansa en paz Luisa, hermana.  Así te sé, feliz y en paz.

domingo, 21 de octubre de 2012

Las Voces Del Silencio


Cuando se hace el silencio comienza el verdadero ruido.

¿Qué ruido se produce dentro de tí cuando estás a solas?

¿Qué pasa cuando la concentración en el trabajo, las demandas del jefe, el ruido del teléfono y la computadora quedaron atrás?

¿Qué sucede cuando la familia se fue a dormir y cesó el torrente de palabras, de juegos, de risas, o de recriminaciones?

¿Qué sucede cuando te quedas a solas contigo mismo y las voces interiores comienzan a emerger?

¿Las  ignoras?

¿Pones la televisión con el volumen muy alto en cualquier canal, cualquier programa?

¿Pones la radio pegada a tu oído hasta que el sueño te vence?

¿Lees hasta que el libro (o el portátil) casi cae de tus manos?

¿Te da miedo quedarte a solas contigo mismo?

A veces lo primero que nos viene a la mente son los acontecimientos del día.

"Que robaron la casa de al lado, que qué vamos a hacer"

"Que en la oficina hubo un problema y que quedé mal parado"

"Que qué ruta escogeré mañana al trabajo, mi cuidad parece un campo de batalla"

Luego siguen los:

"Tengo que tomar acciones urgentes con esa tarjeta de crédito"

"Debería acercarme a mi hermano (o amigo) y hacer las paces, total el problema fue una burrada y ya tenemos meses sin hablarnos.

"La casa necesita reparaciones urgentes"

Nuestro subconsciente deja para el final lo que menos queremos pensar, lo que menos queremos cuestionar:

"Ya tengo ... años"

"¿Qué he hecho de mi vida?"

"¿He hecho lo suficiente?"

"Si hubiera estudiado, si hubiera aprovechado esa oportunidad de trabajo..."

"Si hubiera aceptado esa relación, o si no la hubiera terminado... si..."

Luego nos aterramos con el:

"Tengo que hacer mi testamento" (Digo, mi viejo coche no va a quedar a la deriva)

"Tengo que acercarme más a los que amo, decirles que los quiero, hacer las paces con la vida"

"Tengo que salir más, vivir la vida como tanto oigo que dicen..." "Vivir la vida"... ¿Cómo? ¿Haciendo qué?

¿Soy feliz?

¿Tendré cáncer? ¿Me irá a dar cáncer?

¿Veré de frente el rostro de la maldad? ¿Me secuestrarán? ¿Me torturarán y asesinarán?

¿Me moriré pronto?

¿Qué hay después de la vida?

... Subimos el volumen de la televisión o la radio y apretamos los ojos y nos negamos a hablar con nosotros mismos...

Para algunos cuestionamientos conocemos la respuesta pero no la queremos encarar (estudiar, cambiar de trabajo, poner un alto al abusivo...)

Sin embargo lo que principalmente nos aterra es enfrentar el hecho de saber que pese a todos nuestros esfuerzos del día a día, nuestra vida, nuestro destino está en manos del azar, que una calle, unos pasos pueden hacer la diferencia. Una bacteria, una célula anómala o un asesino nos acechan a la vuelta de la esquina... o no.

Todos tenemos miedos que no queremos enfrentar ¿A qué le tienes miedo tú?

domingo, 7 de octubre de 2012

¿Ya fuiste a misa?

Es domingo y este día trae consigo deberes que cumplir. Hay que ir a misa.

Así lo cree la gente religiosa

Así lo siente la gente espiritual

Así lo hace mucha gente por tradición, porque así nos enseñó papá (este grupo cada día se reduce más)

Así lo hacen algunos más porque tienen la convicción de que si no van a misa algo muy malo les ocurrirá durante la semana.

Dice la iglesia que si no vamos a misa cometemos un pecado capital. Es decir, es un pecado grandote que para ser perdonado requiere confesión, penitencia y claro, no volverlo a cometer.

Supongo que el escenario ideal para ir a misa sería:
Ir en familia
Que se sienta un ambiente festivo en la iglesia, caras sonrientes y cálidas (Estamos en Su casa y vamos a encontrarnos con Él ¿No?
Que se entienda lo que dice el sacerdote
Que el sacerdote tenga el tino de dar un sermón que mande un mensaje que nos impulse a mejorar algún aspecto de nuestra vida.
Que aprovechando que la familia ya está junta y en la calle, se de un paseo dominical, de zócalos, helados y estampas dominicales.

Pero no es así. El ambiente general es de funeral. Adultos apartando asientos para gente que nunca llega, caras largas para el "hermano" que está al lado, apretón de la mano diciendo "La paz" pero sin hacer contacto visual y con gesto adusto. Están en misa menos en misa, mirando para todos lados y juzgando a los demás.

Lo peor son los sacerdotes con aire de superioridad oficiando misa con desgano, hablando y orando de tal forma que sólo se entienden ellos. El sermón, la hora de la explicación del Evangelio, el momento supremo para acercarse a la gente resulta ser lo más malo. Se nota a leguas que no lo preparan con anticipación y que improvisan. Regañan a los asistentes y los descalifican. Hablan como si todo su auditorio fueran niños de preescolar, o adultos con algún tipo de retraso mental. No hay comunión, no hay acercamiento.

Tengo la convicción de que "misa" no es ir forzado a la iglesia, no es ir a juzgar a los demás, no es estar pensando en otra cosa, no es ir a rezar en automático, no es estarse enojando por lo que dice el sacerdote, sintiéndose insultado y tal vez profiriendo alguna descalificación mental acompañada de una palabrota.

Misa es armonía entre los tuyos, la feliz convivencia familiar.

Amarnos los unos a los otros, eso es lo único que se nos pide. Los negocios terrenales son cosa aparte.

¿Se notó que poco voy a misa?