No sé qué paso, quizás fue el miedo o la inseguridad, pero
te quería, me gustaba sentirme deseada, aguardaba los días para volver a
encontrarnos.
No lo podía explicar, esa fuerza con la que me sentía
atraída, la misma fuerza con la que te deseaba tanto, la excitación al verte.
Oír tu voz me enredaba, pero aun no entendía, ¿Por qué tú?, ¿Por qué?, porque me
hacías sentir eso, eso de lo que oía hablar tanto, pero yo no entendía. Y,
aunque ha pasado el tiempo y los dos decidimos no querernos, el mismo tiempo
nos mostro la mentira.
Nos alejamos, nos odiamos, pero, al mirarnos, hay de por
medio algo extraño, al cruzar las miradas, nos sentimos como dos extraños.
Es
tan difícil toparnos en el camino y tratar de compartir un par de palabras.
¿Qué paso? Se suponía que nos queríamos, que lo que existía entre los dos era
algo distinto, que íbamos a abrir nuevos horizontes. No sé, supongo que fue una
mala decisión y aunque tratamos de olvidar, de recoger cariño de alguien más.
¿Por qué el engaño?, si ambos sabemos que la atracción entre los dos es más
fuerte y que deseamos ese momento, el momento de volver a estar juntos.
Busco en la lluvia, renacer en tus ojos y que el aire de
agosto no me escuche susurrar en tu
oído, que el sol no mire cuando rocemos nuestros labios y encontrarme
entrelazada a tus brazos, donde el silencio lo explique todo.
Seré prudente y
callaré este sentimiento, intentare huir y no recordar tu olor, que es
el mismo que envuelve y asesina.
Te buscare donde me lo has pedido antes y me volveré a alejar,
porque es esta penumbra de no tenernos la que mantiene el deseo ente los
dos.
Autora: Karen Sofía
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