sábado, 31 de diciembre de 2011

Feliz Año 2012

Se termina el 2011 y eso me invita a hacer una reflexión.

Tengo muchas cosas por las que dar gracias.

Doy gracias por todo lo que no me fue dado:
  • No padecí ninguna enfermedad este año, ni tuve que visitar un hospital de emergencia.
  • No fui víctima del crimen organizado, y en México eso se agradece de rodillas.
  • No perdí a ningún ser querido cercano, y también por eso lanzo aleluyas al cielo.
  • No perdí mi trabajo, vamos hacia adelante capoteando la marea.
  • No perdí la cordura y tampoco la paz que me rodea, esos son bienes que valoro entrañablemente.

Doy gracias por toda la gente que se ha cruzado en mi camino este año, gente hermosa que me ha enseñado el valor de la amistad, que me ha acogido de forma natural en su círculo de amigos, he visto el rostro de la bondad así como el desprendimiento desinteresado.

Doy gracias por mi familia, que siempre está ahí para mí, que me demuestra su amor a cada segundo, nunca dejaré de dar gracias por haber nacido entre ellos. Mi familia es el mejor regalo que la vida me dió.

El 2011 fue un buen año en lo personal, en lo familiar y en lo laboral. Brindo por ello.

Para México, mi país, este fue un año convulsionado. Aunque han habido logros y avances en algunas áreas, la violencia e inseguridad han campeado de tal manera que a nivel nacional e internacional es imposible tener ojos para nada más que el horror por los aproximadamente 60,000 muertos relacionados con la lucha contra el crimen organizado. El 2012 es el año en el cambiaremos de mandatario, tristemente sabemos que votemos por el que votemos no habrá cambios significativos, todos los candidatos son cucharadas del mismo jarabe.

La labor de cada mexicano será hacerle saber al sistema que hemos crecido, que el votante de hoy no es el del 2006, ni el del 2000 ni el de los sexenios atrás. Los mexicanos hemos aprendido que no importa quién gane, porque una vez que están en uso "en plenitud del pinche poder" (cita textual de Fidel Herrera) se vuelven sordos y ciegos a las demandas del pueblo. Hemos aprendido que una vez en el poder se convierten en aquello que juraron combatir. Sabemos que no es suficiente cambiar de banderas políticas porque todas son los mismos, es necesario cambiar el sistema de raíz.

Por último quiero compartir con ustedes algunas ideas de propósitos para tener un buen año en todos los niveles.

  • Vamos guardar las tarjetas de crédito y a pagar nuestras deudas.

  • No gastemos más de lo que ganamos, la tarjeta se debe pagar en su totalidad cada mes.

  • Abramos una cuenta de ahorros, aunque sea con una cantidad mínima, y hagamos el compromiso personal de depositar una cantidad fija de cada sueldo que recibamos y que no sea gravosa para nuestra economía. Esa cuenta no se toca.

  • Fijémonos la meta de tener nuestro peso ideal. Con constancia, ejercicio y dieta (comer de todo pero en cantidades pequeñas) lo podemos lograr. No hay que permitirnos subir mucho de peso porque es mucho más fácil bajar dos o tres kilos que diez o quince. Más allá de hacerlo por lucir bien, el peso correcto nos ayudará a mantenernos saludables, si perdemos la salud con ella se van muchos bienes más.

  • Hay que superarnos profesionalmente, salgamos de nuestra zona de confort, empeñémonos en ser mejores empleados o empresarios. Hay que quitar la mala cara para ejecutar nuestras funciones, aquellas para las que nos pagan. Recuerden que allá afuera hay muchos que quisieran tener nuestro trabajo, que tal vez están mejor preparados que nosotros y que están dispuestos a recibir un sueldo menor al que percibimos. Hay que tomar cursos que nos ayuden a desempeñarlo mejor (Ventas, excel, ortografía, inglés, servicio a clientes, etc.) En una de esas no sólo conservamos nuestro trabajo sino hasta nos ascienden o aumentan el sueldo.

  • No sólo las empresas tienen una visión y misión. Cada uno de nosotros nos debemos preguntar donde queremos estar en uno, dos, cinco años y trabajar en ello. Dejemos de ser cascaritas de nuez montadas en una ola de mar.

  • Cuida a tu familia, dales a ellos lo mejor de tí. Me sorprende tanto ver a gente entregarse tanto al amigo, al jefe, al compadre y dejar en segundo plano a su familia. Sonrisas y amabilidades para los de afuera, caras largas y acritud hacia los que nos aman. Comienza ahora a abrazar a los tuyos y a decirles que los amas, acércate a ellos, conoce sus necesidades y ayúdales  a cubrirlas. A veces creemos que nuestra madre, padre o hermanos son de goma, no se cansan, no se frustan, no sufren. Comienza a hacerlo hoy, mañana puede ser tarde.

  • Vamos a encontrar nuestra equilibrio personal, llámese guía espiritual, Dios, Alá, Gurú, Universo. Aprendamos a mirarnos por dentro, a buscar nuestros cómos y nuestros por qués. Aprendamos a meditar, sincronicemos nuestro interior con nuestro exterior. Algunos oran por la mañana, otros por la noche, unos más simplemente se ponen en contacto con la naturaleza, o miran por la mañana el amanecer. Sin paz interior no es posible encontrar la paz exterior. Las lágrimas, tristeza o dolor nos impiden reir, cantar, abrazar, amar.

Les agradezco mucho su solidaridad, asomarse por este blog que cada día está más abandonado. Incluiré en mis propósitos ser más constante en mi humilde escritura. Ojalá siga contando con ustedes.

Un abrazo y que el año que entra venga colmado de bendiciones para todos.