domingo, 21 de octubre de 2012

Las Voces Del Silencio


Cuando se hace el silencio comienza el verdadero ruido.

¿Qué ruido se produce dentro de tí cuando estás a solas?

¿Qué pasa cuando la concentración en el trabajo, las demandas del jefe, el ruido del teléfono y la computadora quedaron atrás?

¿Qué sucede cuando la familia se fue a dormir y cesó el torrente de palabras, de juegos, de risas, o de recriminaciones?

¿Qué sucede cuando te quedas a solas contigo mismo y las voces interiores comienzan a emerger?

¿Las  ignoras?

¿Pones la televisión con el volumen muy alto en cualquier canal, cualquier programa?

¿Pones la radio pegada a tu oído hasta que el sueño te vence?

¿Lees hasta que el libro (o el portátil) casi cae de tus manos?

¿Te da miedo quedarte a solas contigo mismo?

A veces lo primero que nos viene a la mente son los acontecimientos del día.

"Que robaron la casa de al lado, que qué vamos a hacer"

"Que en la oficina hubo un problema y que quedé mal parado"

"Que qué ruta escogeré mañana al trabajo, mi cuidad parece un campo de batalla"

Luego siguen los:

"Tengo que tomar acciones urgentes con esa tarjeta de crédito"

"Debería acercarme a mi hermano (o amigo) y hacer las paces, total el problema fue una burrada y ya tenemos meses sin hablarnos.

"La casa necesita reparaciones urgentes"

Nuestro subconsciente deja para el final lo que menos queremos pensar, lo que menos queremos cuestionar:

"Ya tengo ... años"

"¿Qué he hecho de mi vida?"

"¿He hecho lo suficiente?"

"Si hubiera estudiado, si hubiera aprovechado esa oportunidad de trabajo..."

"Si hubiera aceptado esa relación, o si no la hubiera terminado... si..."

Luego nos aterramos con el:

"Tengo que hacer mi testamento" (Digo, mi viejo coche no va a quedar a la deriva)

"Tengo que acercarme más a los que amo, decirles que los quiero, hacer las paces con la vida"

"Tengo que salir más, vivir la vida como tanto oigo que dicen..." "Vivir la vida"... ¿Cómo? ¿Haciendo qué?

¿Soy feliz?

¿Tendré cáncer? ¿Me irá a dar cáncer?

¿Veré de frente el rostro de la maldad? ¿Me secuestrarán? ¿Me torturarán y asesinarán?

¿Me moriré pronto?

¿Qué hay después de la vida?

... Subimos el volumen de la televisión o la radio y apretamos los ojos y nos negamos a hablar con nosotros mismos...

Para algunos cuestionamientos conocemos la respuesta pero no la queremos encarar (estudiar, cambiar de trabajo, poner un alto al abusivo...)

Sin embargo lo que principalmente nos aterra es enfrentar el hecho de saber que pese a todos nuestros esfuerzos del día a día, nuestra vida, nuestro destino está en manos del azar, que una calle, unos pasos pueden hacer la diferencia. Una bacteria, una célula anómala o un asesino nos acechan a la vuelta de la esquina... o no.

Todos tenemos miedos que no queremos enfrentar ¿A qué le tienes miedo tú?

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